viernes, 13 de marzo de 2009

Clima laboral

El Clima Laboral de una empresa es determinante en la productividad y la lealtad de los colaboradores.

Cuando las empresas se dieron cuenta que su personal conformaba el alma de la organización inicio una preocupación para que el ambiente en que se desenvuelven todos los días fuera propicio para alcanzar los objetivos de trabajo.

Es por eso que se han concretado en analizar más los factores al interior de su organización y cómo éstos han repercutido en la  producción y venta de sus productos o servicios.

Un trabajador pasa  hasta 10 horas en promedio al día en su lugar de trabajo (en algunos casos hasta 16 horas) durante 5 o 6 días de la semana, por lo que conviven durante más tiempo con los colaboradores de trabajo que con las familias, por tanto es necesario poder generar un clima laboral sano que facilite las actividades diarias y se obtengan resultados óptimos para la organización.

¿Qué gana la organización? Y ¿Qué gana el empleado? La relación que existe al emplearse en una compañía tiene que ser agradable para que el trabajador llegue motivado a su lugar de labores, lograr que su desempeño sea el mejor, generar resultados positivos, que física y psicológicamente tenga una estabilidad para que no desencadene en problemas de salud  o familiares que le afecten considerablemente.

Para la organización, el tener empleados motivados con su trabajo a diario genera que se haga mejor las labores diarias, obteniendo los resultado planteados en los tiempos dispuestos, además de que corre menor riesgo de un paro o una crisis de personal, las organizaciones ponen su granito de arena para generar un clima laboral agradable, algunas decisiones importantes que se deben de tomar son:

  • Instalaciones adecuadas y organizadas, que tengan espacios donde el personal pueda socializar y desenvolverse.
  • Horarios que permitan a su personal también desarrollar actividades extra laborales.
  • Salarios competitivos y que no se retrasen en los periodos de pago acordado.
  • Igualdad de género al momento de definir los ascensos.
  • Permitir a los empleados desarrollarse profesionalmente.
  • Motivarlos a capacitarse contantemente, facilitando becas u horarios.
  • Pero sobre todo escuchar las aportaciones del personal, aún cuando no todas sean prácticas merecen ser atendidas por los directivos y mandos medios.

 

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César Cruz

Redactor Colaborador

Capacitación y Autoestima

Un empleado que no recibe capacitación puede desarrollar baja autoestima, descúbrelo en este artículo.

En el factor de la autoestima cuando se brinda una capacitación planeada al personal, este tiende a sentir que son parte fundamental de la organización, se comprometen a trabajar de mejor manera ya que se les toma en cuenta y existe una preocupación constante por parte de los jefes de que sus elementos tengan armas suficientes para enfrentar la competencia de los mercados laborales.

Sin embargo es muy frecuente aún encontrar, que el desarrollo personal que todo individuo busca lograr en la vida, es truncado en muchas ocasiones por las empresas donde trabajan, pareciera que a éstas no les conviene que su personal se capacite y se desarrolle, sin darse cuenta que al corto plazo, tendrá impacto en la labor dentro de la misma empresa.

Hay organizaciones que siguen teniendo mucho interés en cumplir un horario fijo, aún cuando las labores no lo requieran, restringiendo el tiempo que los empleados pueden emplear en tomar un curso de capacitación, cursar algún diplomado, alguna maestría, una especialidad o incluso concluir la educación básica.  Esto  en muchas ocasiones origina una frustración para el empleado y en  algunos casos  incluso la renuncia al empleo, lo que se traduce en la pérdida de un elemento de alta calidad.

Se ha comprobado que las empresas que invierten en la capacitación constante -no como mero requisito burocrático- obtienen mejores resultados con base a las metas planteadas, motivando a su plantilla laboral y brindándole herramientas que aumenten su desempeño. Si las empresas ven esto como un gasto va a ser muy difícil que opten por la capacitación, pero si se considera como una inversión seguramente las organizaciones apostarán por capacitar a sus elementos.

Cuando la empresa busca evitar a toda costa que una persona se desarrolle, le genera al empleado una desconfianza, frustración y duda sobre su futuro en la organización y aún cuando sea un elemento interesante para la organización, este termina por bajarse del barco.

Con una autoestima alta a la empresa le será más fácil aplicar políticas y estrategias de funcionamiento, sin el temor de su gente a quedar fuera del proyecto, también podrá exigir mejores resultados e incluso innovar sus procesos, creando nuevas formas de producción que pueden catapultar a la organización dentro de su mercado.

 

 

Para el clima laboral lo mejor es que el personal tenga su autoestima en lo más alto, el pesimismo y la moral baja solo produce malos resultados lo que a la larga, se traduce en la pérdida de nichos de mercado para la compañía; recordemos que si bien el salario es una parte importante para los trabajadores no es lo único que los motiva.

También hay que tomar en cuenta que la labor de capacitación que no se realice en una organización, muy probablemente esté siendo capitalizada por otra empresa, es por eso que hay que definir a la capacitación no como una pérdida de tiempo o como un gasto innecesario, sino como una inversión que podrá brindarnos un desarrollo como empleado y como organización.

 

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César Cruz

Redactor Colaborador

 

 

El lenguaje corporal en los negocios

Sabías que: Muchas ofertas y transacciones se llegan a caer cuando no tenemos control sobre nuestro lenguaje corporal…

Existen estudios recientes que nos indican que el 70% de lo que comunicamos los seres humanos no proviene de nuestra boca, esto demuestra que con solo observar a alguien estamos recibiendo información de la personalidad y el carácter de una persona.

Todo en nosotros comunica, muchas ocasiones inconscientemente, es por eso que tiene una gran importancia conocer y saber manejar nuestro lenguaje corporal, ya que este lenguaje puede contradecir en muchas ocasiones lo que estamos diciendo en una conversación, si bien existen recomendaciones de cómo se debe actuar ante determinada situación, no siempre es sencillo manejar el lenguaje corporal.

En el mundo de los negocios todo lo que comunica se convierte inmediatamente en algo evaluable, la forma de vestir, la forma de caminar, la forma de saludar, la forma en que nos sentamos, la forma en cómo hablamos y por supuesto lo que decimos.

Tenemos que entender que cuando se realizan negocios, la finalidad es lograr un beneficio para las partes involucradas y es una relación muy dura donde no existe una confianza total de inicio, pero esta relación de negocios busca generar esa confianza, desde la compra de un producto tan sencillo, como en una transacción multimillonaria uno de los factores determinantes es la confianza.

Al entablar una relación comercial nadie invierte con los ojos cerrados ¿Qué es lo importante para dar la confianza? Evidentemente tener un producto y saber negociar ese producto, en esta negociación la comunicación será el factor determinante que haga cerrar un trato o simplemente que no se realice.

En el caso del lenguaje corporal habrá que ser muy cuidadoso de manejar elementos que nos den seguridad y la reflejen hacia los demás. Algunos expertos han determinado algunas posturas y actitudes que bien empleadas reflejan seguridad o te pueden desenmascaran en una negociación, algunos puntos son los siguientes:

ü  Lo primero que hacen es dar un firme apretón de manos.

ü  Al presentarse y hablar, dirigen la mirada a los ojos.

ü  Al entrar en la sala caminan erguidos para demostrar seguridad y confianza en uno mismo.

ü  También, para demostrar seguridad en sí mismos se sientan agarrándose levemente la cabeza por detrás.

ü  Si quieren demostrar que están impacientes por comenzar la negociación se frotan levemente las manos o golpean ligeramente los dedos.

ü  Al inicio de la conversación, si es la otra parte la que habla, inclinan la cabeza levemente hacia delante para mostrar interés en lo que la otra parte está diciendo.

ü  Al hablar acompañan su exposición gesticulando con las manos abiertas, demostrando sinceridad y franqueza.

ü  Cuando asienten con frecuencia mientras la otra parte expone su argumentación, le brillan los ojos, se inclinan hacia delante y cuando intervienen lo hacen con una voz activa y animada, es porque están muy interesados en el tema.

ü  A la hora de tomar decisiones se acarician la quijada, inclinando levemente la cabeza hacia delante, exponiendo los posibles acuerdos gesticulando, enseñando las palmas de las manos. 

ü  Si caminan por la sala, al pararse ponen las manos en las caderas, significa predisposición a llegar a un acuerdo.

 

Entendamos que cuando damos muestras de inseguridad con nuestro lenguaje corporal haremos que el otro dude de nuestro producto o servicio, aún cuando sea el que necesite.

Los seres humanos generamos las relaciones de confianza solo por la comunicación y comunicamos aún cuando no hemos dicho alguna palabra, así que es necesario trabajar nuestro lenguaje, tanto lo que hablamos como lo que comunicamos con nuestro cuerpo, para desarrollarnos correctamente en el mundo de los negocios.

 

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César Cruz Cuevas

Redactor Colaborado